Hay muchos factores que influyen en el comportamiento y longevidad de la batería. Estamos entrando en uno de los decisivos causantes de su deterioro, el calor extremo. Pero es que además hemos sufrido meses de pandemia, de teletrabajo en muchos casos, confinamientos, cierres perimetrales y, consecuentemente, no hemos utilizado el coche. Un largo periodo sin activar la batería puede dejárnosla descargada.
Un día de estos podemos encontrarnos en un apuro. Montarnos en el coche y que éste no reaccione al ordenar arrancar. Silencio total. Seguramente la batería.
La mayor parte de las pólizas de seguro cuentan con un servicio de asistencia que te pueden resolver el problema en un corto espacio de tiempo, dependiendo del lugar en el que reclames su ayuda. Vendrá un operario con pinzas o con un cargador móvil y conseguirá que el coche ‘resucite’. La grúa no haría falta en la mayoría de los casos. Además, el enviado por la aseguradora podría llevar una batería nueva (informado de la que necesita la marca y modelo concreto) en caso de que no haya manera de recuperar la vieja.
Si piensas que se ha descargado a causa de un olvido (luces dadas o aparatos auxiliares conectados), seguramente podrás aprovechar un terreno llano o, mucho mejor, descendente, y mover el coche empujándolo (mejor con ayuda de más personas). Sentado frente al volante, con el freno de mano quitado, en segunda velocidad y con el embrague pisado hasta que el coche alcance algo de velocidad -entonces se suelta y el motor ha de reaccionar. Seguir un buen rato rodando y subiendo las revoluciones del propulsor debe resolver ese problema.
El 30% de los fallos eléctricos en carretera afecta a las baterías de los coches
Si se puede evitar la ‘tracción humana’ (empujando), el coche volverá a rodar recargando la batería con las pinzas que van de polo positivo de la batería de otro coche al polo positivo de la que tienes en el tuyo. Un vecino o un amigo o familiar con su coche o un profesional con la máquina te pueden sacar del aprieto. Protégete de posibles chispazos a la cara, si la maniobra la haces tú. También muy aconsejable utilizar guantes.
Si la batería sigue estando en buen uso, con hacerle unos kilómetros para que vaya recargándose por completo será suficiente para que se repita la desagradable situación. Otra cosa es que la batería ya tenga anomalías estructurales y se descargue en el momento en que paras el motor. Por eso es conveniente que, una vez revivido el coche con las pinzas, vayas al taller para recibir un diagnóstico fiable. Casi seguro tendrás que renovar la batería.
Con frío y ahora con calor, la batería de tu coche sufre. Al cabo de un tiempo de uso van perdiendo amperios y efectividad. Dependiendo de las condiciones a las que esté sometida, su vida puede variar, aunque el promedio de vigencia de una batería lo sitúan en los talleres en torno a los cinco años.
El 30% de los fallos eléctricos (un 50% de las averías en general) en carretera afecta a las baterías de los coches, según un estudio elaborado por las compañías de asistencia en carretera. Con el calor más extremo, el porcentaje de baterías colapsadas sube.
La subida de las temperaturas puede mermar la potencia y la vida de la batería en un 50%. Un largo verano de calor puede dejarla exhausta, por lo debes vigilar su estado con esmero especial. Mejor que lleves las pinzas en el bajo del maletero, por si acaso.