Aprovechando el lanzamiento de la nueva mecánica híbrida de 184 CV de potencia para el Corolla, Toyota ya dispone de una versión deportiva para su modelo compacto: el Corolla GR-Sport, que costará 26.750 euros.
A diferencia de la gama Yaris, donde la versión GR-Sport es una paso intermedio en deportividad hacia el GR Yaris, en el catálogo del Corolla se trata de la versión más deportiva. Eso sí, el motor es el mismo 2.0 Dynamic Force que se monta en otras versiones del que se considera el coche más vendido de la historia.
Su diseño exterior ya lo deja bien claro. Su parrilla frontal tiene un diseño especial, con cromados oscuros, taloneras laterales y un difusor posterior que le dan un toque muy racing. Además, se diferencia del resto de Corolla por el logo en negro (es la única variante híbrida que no lo lleva en azul). Sus llantas, de 18″, tienen un diseño específico y hay un color exclusivo para el GR-Sport, el gris Ascari que ves en las fotos, que se combina con el techo negro.
Dentro, destacan los asientos deportivos con pétalos laterales y tapizado en tela y Alcántara, las costuras en rojo y negro en diferentes zonas del interior y los logos GR-Sport que vemos en las alfombrillas o los umbrales de las puertas.
El Toyota Corolla GR-Sport ofrece como gran novedad la suspensión adaptativa AVS (capaz de modificar la dureza de los amortiguadores en apenas 20 milésimas de segundo, un elemento clave en su pretendido carácter deportivo. El conductor podrá elegir entre siete modos de conducción (Normal, EV, ECO, Comfort, Custom, Sport y Sport +) para adecuar la respuesta del gas, la dirección y la suspensión.
En cuanto a equipamiento, los Toyota Corolla GR-Sport incluyen faros delanteros de ledes, climatizador bi-zona, cámara de visión trasera, sistema multimedia Toyota Touch 2 con integración móvil y carga por inducción y el paquete de seguridad Toyota Safety Sense que engloba el asistente de cambio involuntario de carril (que incluso opera sobre la dirección), la detección de peatones y ciclistas, el control de crucero adaptativo, y el reconocedor de señales de tráfico.
