El último trimestre de 2020 supuso un frenazo seco a la renovación del parque automovilístico español, que solamente creció un 0,04% al aumentar en 14.472 vehículos de toda clase (turismos, todoterrenos, furgonetas, camiones, autobuses…) respecto al trimestre anterior. Una cifra que raya el ridículo en tres meses de ejercicio.
El parque de vehículos asegurados que consigna el Fichero Informático de Vehículos Asegurados (FIVA) a final de 2020 asciende a los 32.020.351 unidades, 247.439 unidades más que a finales de 2019, cuando el aumento de vehículos circulantes supuso el 1,53% frente al 0,76% del 2020 en su conjunto.
Se ha sobrepasado la barrera de los 32 millones de coches circulando en España, por muy poco y por debajo de las expectativas que se crearon tras la desescalada, entre junio y septiembre. Porque en ese trimestre, el porcentaje de aumento del parque fue del 1,02%, una recuperación tras un semestre inicial pésimo por las razones de todos conocidas. El interanual de junio de 2019 y junio de 2020 así lo indica: de los 31.582.409 vehículos se pasó a 31.681.368 doce meses después. Menos de 100.000 vehículos más.
Como cualquier otra estadística del año pasado en la que se piense es obligado incidir en la influencia de la pandemia del Covid-19. Y da qué pensar: si la segunda ola de contagios provocó semejante parón, ¿qué perspectivas pueden trazarse en este primer trimestre de 2021? Los datos de enero en lo que se refiere a matriculaciones ya dan una respuesta bastante negativa a la cuestión.
Volviendo al análisis de las cifras de 2020, la información de la FIVA nos fija un escenario con 11.205.395 altas de vehículos frente a 10.957.956 bajas. Lamentablemente, esto también nos transmite una idea de que apenas se haya podido rebajar la edad de un parque automovilístico con 12 millones de unidades con más 10 años en circulación.