Porsche apuesta de forma decidida por la electrificación, sin la más mínima pérdida del carácter deportivo de sus vehículos. Todo lo contrario. En la conferencia de prensa anual en la que se desveló la noticia del 718 eléctrico, la empresa situaba en el año 2030 el horizonte para ser neutros en emisiones de CO2 en toda la cadena de valor. Y la intención de que más del 80 % de los Porsche nuevos que se vendan ese año sean ya 100% eléctricos.
Oliver Blume, presidente de Porsche AG, confirmói que antes de 2025 las dos variantes del modelo 718 abandonarán los motores de combustión y pasarán a ser completamente eléctricas.
«Nuestra aspiración es clara: convertir al 718 en el mejor deportivo puramente eléctrico del segmento B», manifestaba el máximo responsable de la compañía. El ejecutivo también confirmó que los 718 Boxster y 718 Cayman seguirán fabricándose en la planta principal de Stuttgart-Zuffenhausen.
El 911 híbrido, en la agenda
Blume anunció, además, que va a haber una versión híbrida del icono de la marca, el 911, «que será extremadamente dinámica, al estilo de los coches que conocemos del mundo de la competición».
El futuro Porsche 718 eléctrico empleará buena parte de la tecnología que se ha desarrollado para el prototipo Mission R, un modelo de dos puertas que fue presentado en septiembre del año pasado en el Salón de la Movilidad de Múnich. Por dimensiones y concepto, el Mission R anticipa lo que podría ser el futuro modelo para carreras de clientes que se fabricaría a partir de los 718.