El Gobierno ha perdido temporalmente -hasta el 31 de diciembre de momento- la partida para sostener la subida del impuesto de matriculación de vehículos. Esta fue impuesta desde el pasado 1 de enero. El Senado aprobó mayoritariamente a través de una enmienda adicional transitoria una moratoria que se hará efectiva a primeros del mes de julio, una vez que el Congreso lo ratifique y la nueva Ley contra el Fraude se publique de inmediato en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La enmienda se votó en el Congreso del 30 de junio. La suspensión del alza del impuesto sería efectiva al día siguiente de su publicación en el BOE si éste no estableciera una fecha concreta.
El aumento del impuesto de matriculación se hizo efectivo este año con la entrada en vigor del protocolo europeo de homologación de emisiones WLTP, más estricto que el anterior, al que está vinculado esta tasa. Gracias a eso, el impuesto genera más caja para la Administración. Más de la mitad de los coches vendidos en España se encarecieron al menos un 5% en enero. Esta subida, ha sido dejada en suspenso en Francia e Italia al menos en 2021 por la crisis económica del Covid-19. Siendo coherente con la eliminación de vehículos más contaminantes exigida por la UE.
Todos los grupos políticos han dejado clara su postura al Gobierno: no quieren un impuesto de matriculación y sí una tasa al uso del vehículo que grave las emisiones, la principal preocupación de Transición Ecológica. Lo mismo llevaban clamando los fabricantes y prácticamente todo el sector de automoción español desde antes de que se hiciera efectiva esa mayor carga fiscal. Así que si te compras un coche nuevo hoy y lo empiezas a pagar en septiembre, te dará igual. El coche está matriculado y ha pagado el impuesto vigente en esta fecha. El impuesto de matriculación se paga en el momento en que se matricula el coche, independientemente de cuándo se cierre el contrato de compra.
Así quedan los tramos ahora
Muchos vehículos que estaban exentos de abonar el impuesto de matriculación a 31 de diciembre de 2020 pasaron a pagar el 4,5% el 1 de enero, debido al cambio del sistema de detección de emisiones aprobado en la Unión Europea, el WLTP, que aumenta en un 20% el nivel de emisiones de CO2 en comparación con el anterior sistema, NEDC, más laxo en la medición de gases.
Si con el antiguo sistema un coche homologaba 120 gramos de CO2 por kilómetro (y quedaba libre de la tasa que recaudan las Comunidades Autónomas), con la nueva fórmula de detección ese mismo coche podía dar más de 144 gr/km de CO2 y quedar obligado a pasar por la ventanilla. Consiguientemente, se elevaba el precio del vehículo para el comprador, porque los fabricantes ya avisaron que no podían hacerse cargo de esa nueva carga fiscal.
Ahora, los automóviles nuevos que antes daban 120 gramos y con la actual homologación están en 144 gr/km o menos, volverán a librarse del tributo. Los tramos sucesivos alivian el porcentaje a pagar: si el coche emite entre 144 y 192 gramos de CO2, un 4,75%; entre 192 y 240 gramos, el 9,75%; y si emite más de 240 gramos, el 14,75%.