Los turismos y todoterrenos matriculados a lo largo de 2017 tendrán que someterse este año, por primera vez, a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). La siguiente será en 2023 y así sucesivamente cada dos años. Si tu vehículo ha cumplido ya 10 años de servicio, el paso por la oficina oficial de revisión será anual.
Los que superen el examen de aquí a diciembre recibirán la pegatina correspondiente, que este año es de color rojo. Técnicamente este distintivo de certificación se llama V-19. Además de llevarla bien colocada (parte superior derecha del parabrisas), conviene desplazarse siempre con la documentación de la Inspección en el salpicadero. Más todavía en el caso de que tras un accidente o incidente hayamos tenido que cambiar el parabrisas y viaje sin la pegatina obligatoria.
Una vez pasada la ITV, el responsable de la oficina indicará el lugar donde debe colocarse o hacerlo él personalmente. Por llevarla en un lugar no reglamentario te pueden multar con hasta 100 euros, aunque es más frecuente que sean 80 al considerarse una infracción leve.
Peor es no cumplir. Y las estadísticas de Tráfico son espeluznantes, con un alto porcentaje de denuncias por saltarse una obligación que está íntimamente relacionada con la seguridad vial, la propia y la ajena. El 20% de los coches que circulaban a comienzo de 2020 tenían el distintivo caducado o no lo llevaban.
La infracción grave está tasada en 200 euros (100 en pronto pago) y correspondería a quien circule con un coche que no ha pasado la ITV cuando le correspondía. El agente de Tráfico te retirará el permiso de circulación del coche a cambio de un volante que te exige pasar la ITV en 10 días. Y si eso no ocurre, el coche puede llegar a ser precintado.
Evitar ‘despistes’
Una novedad que entró en vigor el año pasado permite pasar la ITV un mes antes de la fecha en que debe pasarse, con el fin de asegurar que haya suficiente plazo para que nadie se haga el despistado.
Mucho cuidado: si tienes cita previa cerrada para las próximas semanas y tu coche lleva la pegatina caducada te pueden multar. Aunque hay noticias contradictorias al respecto, a día de hoy, la DGT nos confirma que en estas condiciones no te libras de la sanción. Otra cosa es que se pueda revisar el caso a través de un recurso y se decida no activar la denuncia.
También serás multado con 200 euros en caso de circular después de haber recibido un diagnóstico desfavorable por deficiencias graves. Hay un plazo de dos meses para repararlas y pasar un nuevo examen en la oficina de ITV. Hasta ahora debía ser en la misma que hizo el primer examen, pero en las normas más recientes se ha admitido que se realicen en otra empresa autorizada.
El seguro no te cubre
Si el coche ha recibido un diagnóstico negativo, no te dejarán sacar el coche de la estación donde ha sido revisado y deberás llamar a una grúa para llevártelo. Si te descubren conduciéndolo posteriormente sin haber resuelto las deficiencias te costaría 500 euros.
No es solo la seguridad o la cuantía de las multas lo que debe hacernos pensar en llevar la pegatina en tiempo y forma. En caso de que nos involucremos en un accidente, la aseguradora del coche puede no hacerse cargo de los desperfectos o de los daños a otras personas.
Dentro de las picarescas observadas hay una, la adherir una pegatina de curso legal en un vehículo que no ha pasado la inspección. Es un engaño considerado directamente un delito penal por falsificacion de documento público, según dictaminó el Tribunal Supremo el pasado verano en una sentencia.
Eludir la ITV puede salir caro y mucho más en estos tiempos en los que la Guardia Civil de Tráfico ha enfocado este problema como una de sus prioridades. La DGT dispone de métodos para descubrir con facilidad quien no cumple con el Reglamento de Circulación en sus apartados sobre la Inspección. Múltiples radares y cámaras desplegadas por nuestras carreteras delatan por el número de matrícula el coche que está fuera de la Ley.