El Gobierno confirma que la congelación de los nuevos tramos que entraron en vigor en enero, se mantendrá solo hasta final de año. En un coche de tipo medio, eso supondrá una subida de unos 800 a 1.000 euros.
«La prórroga, que se había incorporado a la Ley de Presupuestos para la entrada en vigor era hasta el 31 de diciembre de 2021. Eso continuará hasta esa fecha, pero no incorporamos ningún elemento más. Cuando termine el año, se activará la Ley que había anteriormente que pretende regular esta materia con mucha más eficacia de la que tenemos actualmente». O ‘traduciendo al castellano’ las palabras de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a partir del año que viene volverá a aplicarse el nuevo Impuesto de Matriculación y, por tanto, subirán los precios de los coches nuevos.
Como se recordará, el Gobierno, forzado por una enmienda del PdeCat, aceptó congelar entre los meses de julio y diciembre la subida que se produjo en este impuesto registró a comienzos de año, tras la aplicación definitiva del protocolo WLTP de medición de las emisiones de CO2. Al ser más realista que el anterior NEDC, se traduce en valores más altos (un 20% de media) en los valores de CO2. Y como estos son los que determinan cuánto se paga por el impuesto, llevó a que muchos coches que no antes no pagaban, pasarán a hacerlo. Y que otros saltaran hacia tramos.
Los 120 gramos se convirtieron en 144
Y es que, por poner solo un ejemplo, si un coche antes emitía 120 o menos gramos de CO2 por kilómetro recorrido –y por tanto estaba exento de pagar- con el WLTP pasó a registrar unos 144 gramos. Y, por tanto, a tributar al 4,75%. Solo este cambio hizo que el precio medio de los coches se encareciese entre 800 y 1.000 euros. Según el sector, la subida de precios podría haber afectado a más de la mitad de los modelos a la venta.
Países del entorno como Francia, Portugal o Italia, decidieron posponer esa subida elevando los tramos impositivos. España decidió que no, añadiendo así otro hándicap a unas ventas que, en los seis primeros meses del año, caían nada menos que un 34% respecto a los niveles de 2019. Es decir, de la prepandemia.
La crisis de los ‘chips’ retrasará muchas entregas
Terminó cambiándolos porque le forzaron en la tramitación parlamentaria de la Ley contra el fraude. A priori, no habría servido de mucho, porque las matriculaciones acumuladas al mes de septiembre, algo menos de 648.000 unidades, siguen estando un 33% por debajo de las de 2019. Pero también es cierto que en estos últimos meses la llamada crisis de los semiconductores ha golpeado con gran fuerza en las fábricas de coches, dejando a las marcas, literalmente, sin stock de determinados vehículos. Especialmente, los más asequibles y que menos margen les dan.
La continuidad en el tiempo de esta crisis, además, impedirá que muchos clientes puedan aprovechar los últimos meses de 2021 para beneficiarse del Impuesto de Matriculación más barato, ya que los retrasos están haciendo que las entregas de los modelos más populares se retrasen hasta ya entrado el año 2022.
De nuevo a pagar a partir de los 121 gramos de CO2
Y es que, salvo que otra jugada en el terreno de la política desmonte la intención del Gobierno (como ya ha pasado en el Congreso con el margen de los 20 km/h al adelantar), el Año Nuevo nos traerá una tabla impositiva con los tramos antiguos.
Esto supone que, si ahora los coches de hasta 144 gramos de CO2 están exentos, el año que viene ese umbral bajará hasta los 120 gramos. Entre 121 y 159 gramos, abonarán el 4,75% (ahora entre 145 y 191). El tercer tramo, que pagará un 9,75%, será para los coches con valores de CO2 desde 160 hasta 199 gramos (ahora, entre 192 y 239 gramos). Por último, los que emitan 200 gramos o más (ahora 240 o más) tributarán al máximo: un 14,75%.