Por fin ha llegado el verano y es momento de planear las vacaciones y las escapadas de fin de semana. Los viajes en coche son más frecuentes en julio y agosto, por lo que es fundamental realizarlos con vehículos revisados y en buenas condiciones. Muchos elementos del vehículo merecen cuidado y atención, pero el neumático es uno de las más importantes porque es el único que pone en contacto el vehículo con el asfalto.
La seguridad del viaje depende de un neumático en buen estado para asegurar un buen agarre y una correcta distancia de frenado. Según datos de la DGT, respecto a los defectos encontrados en los vehículos implicados en accidentes en carretera, los defectos en los neumáticos ocupan el primer lugar, con 469 vehículos que tenían neumáticos muy desgastados o defectuosos o habían sufrido un reventón.
Una vez al mes y antes de iniciar un trayecto largo es recomendable revisar la presión y el estado de los neumáticos, pero no todos los conductores lo hacen. De hecho, según un informe reciente del Real Automóvil Club de España (RACE), en colaboración con el fabricante de neumáticos Goodyear, más de un millón y medio de vehículos podrían estar circulando con neumáticos que presentan defectos graves.
El 8% de los conductores no revisa el estado de las ruedas antes de emprender un desplazamiento largo, y un 21% tampoco lo hace a pesar de verlos ‘bajos’ de presión, según datos del Observatorio RACE de Conductores. Sólo un poco más de la mitad de los conductores encuestados afirma revisarlos al menos una vez al mes, y uno de cada cuatro los revisa al echar gasolina.
Principal motivo de sustitución de neumáticos
El desgaste es el principal motivo para la sustitución de los neumáticos, pero la inactividad prolongada también hace que se deterioren las cubiertas. Si el vehículo ha estado aparcado durante mucho tiempo, es posible que se hayan producido daños en los neumáticos. En la medida de lo posible, si prevemos que no podremos conducir el vehículo durante mucho tiempo, es aconsejable hinchar los neumáticos al máximo. Si ya es tarde para hacer algo al respecto, hay que tenerlo en cuenta, comprobar la presión y conducir con cuidado al principio.
Si el coche todavía tiene los neumáticos de invierno equipados, es mejor llamar al taller y cambiarlos por neumáticos de verano. Además, tras un largo período sin funcionar, es muy posible que los discos de frenos estén un poco oxidados, por lo que durante la primera salida hay que frenar con cuidado y de forma constante para quitar la corrosión.
El RACE y Goodyear proponen una serie de consejos básicos de mantenimiento del neumático con el fin de mejorar la seguridad vial y disminuir el número de accidentes derivados por el mal estado de las cubiertas:
Consejos de mantenimiento del neumático
1. Un correcto mantenimiento y buen estado de los neumáticos es de vital importancia para garantizar la seguridad.
2. Mantener la presión según las especificaciones del fabricante, teniendo en cuenta la carga que va a soportar el vehículo.
3. Cambiar los neumáticos una vez alcancen una profundidad de 3 mm, aunque el mínimo legal sea de 1,6 mm, respetando la información de los indicadores de desgaste.
4. Revisar periódicamente el desgaste desigual del neumático, sobre todo los direccionales. Un desgaste desigual se puede producir por presión inadecuada (los dos bordes externos de la banda de rodadura, o el centro) o por una alineación incorrecta de las ruedas (desgaste por un solo borde de la banda de rodadura). También el mal estado de la suspensión puede dar lugar a desgastes irregulares.
5. Revisar visual y periódicamente el estado de las llantas, por la parte interior también, para detectar desperfectos peligrosos.
6. Evitar rozaduras o golpes contra bordillos u otros obstáculos. Se pueden ocasionar daños internos no visibles. Si presenta una hernia en el flanco debe sustituirse cuanto antes.
7. Los neumáticos envejecen. Con el tiempo el caucho se endurece y pierde sus propiedades originales de elasticidad y adherencia.
8. Comprobar la presión con el neumático en frío, lo que significa rodar menos de 3 km antes de la prueba a poca velocidad.
9. Consultar los indicadores de presión, que puede encontrarse por lo general en el marco de la puerta o en el interior de la tapa de la gasolina.
10. Revisar la presión cada 2.000 kilómetros, un mes o antes de un viaje largo.
11. Colocar siempre el tapón de la válvula, imprescindible para asegurar su hermeticidad.
12. Verificar también la presión de la rueda de repuesto, que debe ser igual a la presión más alta de las recomendadas.