Imagínate que hoy llevas una chaqueta azul y al día siguiente quieres llevarla negra. O que llevas un jersey a rayas y para el fin de semana piensas ponerte uno a cuadros. Estos cambios, tan sencillos cuando el esfuerzo se reduce a abrir el armario y coger otra prenda, pueden ser igual de fáciles para el color del coche. Fáciles, si se aplica la innovación que ha desarrollado BMW en una unidad del iX al que ha llamado iX Flow.
El invento no es todavía una realidad en modelos de serie, pero es muy posible que sí lo veamos en los coches del futuro si atendemos al aparente éxito que ha tenido el invento en el reciente Salón de consumo CES de Las Vegas.
Resulta que la tecnología que ha utilizado BMW no es en realidad nueva, sino una adaptación de la que ya vienen utilizando los eReaders o libros electrónicos, y que se llama E Ink. Así, el exterior de la carrocería tiene un revestimiento que contiene millones de microcápsulas, cada una de ellas no más gruesa que un cabello humano. Estas microcápsulas contienen pigmentos blancos con carga negativa y pigmentos negros con carga positiva. De esta forma, el sistema estimula los pigmentos mediante un campo eléctrico y dichos pigmentos se acumulan en la superficie de la microcápsula, haciendo que la superficie cambie de color.
Poco gasto energético
Lo bueno de esta tecnología llamada «electroforética» es que no requiere gasto energético para mantener el color deseado (como sí sucede por ejemplo con las pantallas del coche o la iluminación interior), sino que la corriente sólo se requiere durante la fase de cambio de color, que es realmente rápida.
Puede parecer un simple capricho. O tan solo un paso más en la tendencia de personalización de los automóviles, que en muchos casos nos permiten elegir el color de la iluminación interior y el modo de conducción que más nos apetece. Pero lo cierto es que tiene más allá de ello otras ventajas.
Por un lado, en condiciones climáticas adversas llevar un coche de color blanco puede hacer que seamos vistos con mayor facilidad por otros conductores. También el color blanco puede hacer que el coche esté un poco más fresco después de haberlo aparcado en verano a pleno sol, ahorrándonos algo de la potencia requerida por el climatizador para enfriarlo. O puede ser negro, y acumular más calor en las zonas climáticas frías y por tanto aliviar el trabajo del climatizador para calentarlo.
Aumentar la autonomía
Esto, en principio, puede aumentar la autonomía del coche al requerir menos energía el climatizador. Y decimos en principio, porque también habría que tener en cuenta el peso añadido que supone este sistema, que desconocemos pero que en mayor o menor medida jugará en contra de dicha autonomía.
Entre los responsables de BMW, los puntos de vista son variados pero todos muy positivos, y pensamos que con razón. Stella Clarke, responsable del proyecto, señala que «de forma similar a la moda o a los anuncios de estado en los canales de las redes sociales, el vehículo se convierte en una expresión de diferentes estados de ánimo y circunstancias de la vida diaria».
Frank Weber, miembro del Consejo de Administración de BMW AG, señala por su parte que «en el futuro, las experiencias digitales no se limitarán a las pantallas. Habrá cada vez más fusión de lo real y lo virtual. Con el BMW iX Flow estamos dando vida a la carrocería del coche«.
Y como los diseñadores siempre tienen mucho que decir respecto a los tonos elegidos, es bueno atender también a la opinión de Adrian van Hoydoonk, Director de Diseño de la marca bávara: «el BMW iX Flow es un avanzado proyecto de investigación y diseño y un gran ejemplo del pensamiento de futuro por el que es conocida BMW».